Ser los padres de un niño con necesidades especiales puede ser una experiencia de vida muy diferente de los padres en general.
Los niños con necesidades especiales a menudo tienen capacidades y singularidad únicas y sorprendentes.
Ser padres de un niño con necesidades especiales enseñando coraje, fortaleza y paciencia extraordinaria.
Las limitaciones físicas o cognitivas de los niños pueden limitar las actividades familiares, pero también abrir oportunidades para explorar nuevas actividades.
Tener una red de apoyo y amigos que tienen hijos con necesidades especiales pueden proporcionar un apoyo emocional muy útil.
Obtener servicios y apoyo del sistema de salud y educación puede ser un desafío grande y de tiempo.
Los niños con necesidades especiales son a menudo un maestro extraordinario para sus propios padres, valores de enseñanza como simplicidad, coraje y aprecio por cosas pequeñas.
Ser padres de un niño con necesidades especiales puede ampliar las percepciones y la comprensión de la diversidad humana y fomentar la preocupación por los demás.
Los niños con necesidades especiales pueden ser una inspiración para los demás y enseñar valores como la fortaleza y la sinceridad.
Aunque el viaje como los padres de un niño con necesidades especiales puede ser difícil, pero la felicidad y el orgullo obtenidos al ver a los niños que crecen y desarrollan son regalos muy valiosos.