La biomimética es un término derivado del griego que significa imitar la naturaleza.
Los científicos han estudiado e imitado varios organismos, como aves, mariposas y lagartijas, para crear tecnología innovadora.
Un ejemplo de biomimicismo es la fabricación de una tela muy duradera al imitar la estructura de la piel del cocodrilo.
La lentera que se encuentra en el pescado de aguas profundas ayuda a los científicos a crear herramientas de iluminación que son más efectivas en el agua.
Los expertos estudian aletas de peces para crear tecnología que pueda reducir los obstáculos y aumentar la eficiencia del movimiento en el agua.
La superficie de las hojas de loto se ha utilizado como modelo para crear material superhidrofóbico (muy húmedo).
Las mariposas se convierten en una inspiración en la creación de tecnología de impresión de tinta que puede producir colores brillantes y duraderos.
La estructura de los huesos de las aves se convierte en un modelo para crear un material muy ligero y fuerte.
Los científicos estudian escarabajos y kepik para crear tecnología que pueda detectar olores y productos químicos en el medio ambiente.
Las abejas se convierten en un modelo para crear tecnología de drones que pueda recopilar datos del entorno de manera más eficiente.