El término camuflaje proviene del francés, lo que significa disfraz.
Desde la antigüedad, los humanos han utilizado técnicas de disfraz para cazar y evitar enemigos.
Muchos animales, como el camaleón y el elefante marino, pueden cambiar el color para disfrazarse en el entorno circundante.
Además del color, la forma y la textura también pueden ayudar a disfrazarse. Por ejemplo, algunas especies de peces tienen un patrón corporal que se asemeja a una piedra o algas.
Durante la Primera Guerra Mundial, el ejército comenzó a usar ropa y equipos de color caqui y verde para disfrazarse en el campo de batalla.
Los aviones militares también están equipados con tecnología sigilosa que les permite parecer objetos ordinarios en el radar enemigo.
Algunas especies de insectos, como moscas y saltamontes, tienen alas que se asemejan a las hojas para disfrazarse de los depredadores.
Una de las técnicas disfrazadas utilizadas por muchos animales se esconde en el mismo lugar que el entorno circundante, como entre hojas o piedras pequeñas.
Algunas especies animales, como los cocodrilos y las serpientes, pueden estar muy silenciosamente para disfrazarse en el entorno circundante.
Además de ser utilizado con fines militares y de caza, las técnicas de disfraz también se usan a menudo en arte y moda.