La energía eólica se ha utilizado desde hace miles de años para girar la rueda de agua y mover el barco de vela.
En 2019, la energía eólica contribuyó al 6.5% de la producción mundial total de electricidad.
Las turbinas eólicas modernas fueron desarrolladas por primera vez en 1888 por Charles F. Brush.
La turbina eólica más grande actualmente tiene un diámetro de la hélice que alcanza 164 metros y puede producir potencia de 12 megavatios.
La energía eólica es una fuente de energía renovable ecológica porque no produce emisiones de gases de efecto invernadero y no requiere combustibles fósiles.
La energía eólica se produce por diferencias de temperatura y presión en la atmósfera de la Tierra debido a la calefacción del sol.
En 2020, China es el país más grande que produce energía eólica con una capacidad de 281 gigavatios.
En 2007, Dinamarca recibió más de la mitad de sus necesidades de electricidad de la energía eólica.
Las turbinas eólicas pueden producir sonidos muy ruidosos, por lo que debe colocarse lejos de las áreas residenciales.
La energía eólica se puede producir en varias regiones, desde la costa del mar hasta las áreas montañosas, dependiendo de la velocidad del viento en el área.