Un método de tratamiento en el antiguo Egipto es usar sangre de sanguijuela.
Aristóteles es una de las figuras iniciales que intenta desarrollar la ciencia médica al observar los órganos del cuerpo humano.
En el siglo XIX, los médicos usaron cloroformo como anestesia por primera vez en la historia.
Hipocrates, un médico famoso en la antigua Grecia, creó palillos médicos que todavía se usan hoy en día.
En el siglo XVI, el doctor Nicolaus copernicus se convirtió en una de las primeras cifras en sugerir la importancia de lavarse las manos antes de tomar medidas médicas.
En el siglo XVII, el doctor William Harvey descubrió que el corazón es un órgano que bombea sangre por todo el cuerpo humano.
En el siglo XVIII, el doctor Edward Jenner descubrió la primera vacunación en el mundo mediante el uso de una vacuna contra la poca para proteger a los humanos de la viruela.
En el siglo XIX, el médico Ignaz Semmelweis descubrió que lavarse las manos con jabón puede reducir el riesgo de infección del paciente durante las acciones médicas.
En el siglo XX, el médico Jonas Salk encontró una vacuna contra la poliomielitis que logró reducir drásticamente la tasa de mortalidad debido a la enfermedad de la polio.
En el siglo XXI, la tecnología sofisticada, como la robótica y la inteligencia artificial, comenzó a aplicarse en el campo de la medicina para ayudar a diagnósticos y acciones médicas más precisas.