El estrés es la respuesta fisiológica del cuerpo a los estímulos llamados estresores.
Los estresores más comunes son los cambios que ocurren en el medio ambiente, que pueden ser en forma de factores físicos, mentales o sociales.
Las hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina se liberarán al sistema circulatorio durante la respuesta al estrés.
El aumento de las hormonas del estrés se asocia con una mayor presión arterial, mayor frecuencia cardíaca y mayores niveles de glucosa en sangre.
Los hábitos de estrés crónico pueden causar problemas de salud prolongados, como problemas cardiovasculares, trastornos del sueño y trastornos psiquiátricos.
El cuerpo responde al estrés al aumentar la actividad del sistema nervioso simpático, lo que provoca un aumento en la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el nivel de glucosa en sangre.
Las respuestas al estrés pueden afectar el sistema inmunitario, lo que puede causar más problemas de salud.
La disposición del estrés implica comprender cómo el cuerpo responde al estrés, así como a las habilidades para controlar la respuesta.
El estrés también puede ser útil, ya que puede proporcionar energía para enfrentar desafíos, mejorar el rendimiento y ayudar a lograr objetivos.
El estrés puede afectar el comportamiento social, ya que puede afectar la forma en que las personas interactúan con los demás.