La soja es una de las plantas más importantes del mundo, con una producción anual de alrededor de 350 millones de toneladas.
La soja es una fuente de rica proteína vegetal, con aproximadamente 36% de proteína en cada semilla.
La soja es una fuente de alimento muy flexible y se puede usar en varias formas, que incluyen leche de soja, tofu, tempeh y aceite de soja.
La soja tiene fuertes propiedades antioxidantes, lo que puede ayudar a combatir los radicales libres y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
La soja también contiene fitoestrógenos, compuestos que pueden ayudar a reducir los síntomas de la menopausia en las mujeres.
La soja es una buena fuente de fibra, que puede ayudar a mantener un sistema digestivo saludable.
La soja tiene un bajo contenido de grasa, lo que lo hace adecuado para alimentos con bajas calorías.
La soja es una fuente de isoflavona, un compuesto que puede ayudar a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de osteoporosis.
La soja puede crecer en varios tipos de suelo, para que pueda producirse en muchas regiones en todo el mundo.
La soja también se puede utilizar como materias primas para productos no alimentarios, como combustible, pintura y plástico.